El Salmo 19 puede dividirse en dos partes principales: la primera celebra la revelación de Dios a través de la creación, y la segunda, la revelación a través de la ley y los mandamientos. Un párrafo clave de este salmo, que engloba su esencia, podría ser: "Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Día tras día derrama el mensaje, y noche tras noche muestra su conocimiento. No hay discurso ni palabras, donde no se oiga su voz". Este pasaje resalta cómo la creación misma es una manifestación de la gloria y grandeza de Dios, comunicándose silenciosamente con la humanidad en todo momento y lugar.