Imagina un color llenando cada rincón de tu cuerpo. Con cada inhalación, lo habitas. Con cada exhalación, dejas que el dolor encuentre otra forma, otro tono, y se aleje contigo.
Esta práctica, simple pero poderosa, puede ayudarte a calmar la tensión y reconectar con la posibilidad de estar mejor.
Deja que el aire te hable en colores y te devuelva a ti, más liviano, más en paz.
Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.