ESPECIAL JOHNNY DOLLAR
Autocalificado como hijoputa en la entrevista para la revista Living Blues, este temperamento mercurial, volcánico, desajustado emocionalmente por los dos años que pasó en la guerra del Vietnam, alcohólico confeso (bebe para eliminar la ansiedad previa a los bolos y también para olvidar -como casi todos- las asperezas de la vida), mujeriego perdido que se solaza narrando sus proezas sexuales con hembras calientes, y hombre rugoso e empredecible (se jacta de poder matar a hostias a su madre si le mirase mal osea una mala bestia de psiquiatrico.