El Eterno le dice a Moshé que lleve al pueblo a la tierra prometida y que El enviará un ángel para que los lleve, pero Moshé le dice al Eterno que si El no va con ellos, entonces ellos no irán. El Eterno hablaba con Moshé cara a cara y Yehoshua ben Nun, su sirviente, no salía de la Tienda de Reunión. Moshé le pide al Eterno que le muestre Su camino, para que pueda conocerLo y así pueda hallar gracia ante Sus ojos.