Habilidades y prácticas como la escucha permanente, la empatía, la transparencia y la real consideración de los puntos de vistas de las personas son fundamentales para generar un clima de confianza y de apertura al cambio en cualquier equipo. Una manera de trabajar esto es a través de las redes de “Colegas del Cambio”.

Construir y mantener una empresa exitosa depende de contar con las personas adecuadas para ejecutar proyectos e impulsar los resultados.

Se escucha con frecuencia: no renuncia a la compañía, renuncia a un mal jefe y,  resulta que el colaborador con talento termina dejando la compañía, a causa de un jefe que le puso tantos obstáculos en su carrera profesional que decidió renunciar.

Todos, en algún momento de nuestras vidas  hemos pasado por el desasosiego, emoción y sentimiento de vulnerabilidad que nos causan, los primeros días de un nuevo trabajo.

Muchas personas relacionan el éxito con la situación económica en la que se encuentran, vivimos en una sociedad consumista en la que, es importante reflejar en nuestras redes sociales nuestro éxito, aunque para lograrlo, tal vez  hayamos sacrificado nuestros sueños.

La renuncia de un colaborador es un momento de quiebre emocional que genera gran tensión en el sistema organizacional de cualquier negocio o empresa.

Están ahí esperando a robarte las oportunidades y a hacerte preso de situaciones complejas que acaban por generar sensaciones de frustración, incompetencia, desesperación, miedo y fracaso.

Con enorme frecuencia, se busca al mejor talento disponible, al más creativo e innovador. Se aplican largos procesos que involucran el reclutamiento y la selección bajo estándares que suelen ser cada vez más exigentes. Finalmente, se contrata a la gente que resulta con el mayor grado de idoneidad para la organización y… Tres meses después, pareciera que no tiene suficiente capacidad para generar propuestas diferenciadas.

A menudo, los ejecutivos de diferentes áreas de las organizaciones enfrentan el desafío de mejorar las habilidades de comunicación con las que cuentan. Si bien son expertos en las disciplinas en la que se formaron y han acumulado experiencia, en ocasiones, requieren afilar la cierra.

El compromiso es uno de los factores estratégicos para incrementar la calidad, productividad y rentabilidad en las organizaciones. Sin embargo, no resulta la variable más fácil de estimular y mantener con un buen indicador.