El hombre tiene capacidad racional y de valoración sobre las cosas y mediante estos juicios les designa valor y, al hablar del mundo que le rodea, se refiere a él no sólo con criterios lógicos o racionales, sino también meta-lógicos, que van más allá de la explicación racional. Por tanto, descubrir los valores sólo es posible para quien mira positivamente el mundo, para quien ha comprendido que todo lo que existe, existe por algo y para algo, que cualquier ser, por pequeño que sea, tiene su sentido y su razón de ser, es decir, vale.