Hemos notado que la información que circula en internet acerca del consumo de hongos de psilocibina es generalmente incompleta, a veces confusa y algunas veces engañosa, lo cual puede llegar a mal informar a los lectores interesados en el tema, dejándoles ideas ambiguas 0 más dudas que certezas; por tal motivo decidimos poner al alcance de los lectores la presente publicación que describe vivencias personales que en “cuerpo y espíritu” he experimentado bajo los efectos del consumo de hongos de psilocibina; específicamente la especie llamada Psilocybe Zapotecorum, a los cuales llamaré “Hongos Mágicos” ya que las sensaciones físicas y psíquicas generadas por los efectos, realmente hacen percibir un mundo onírico, místico, exótico-colorido y alucinante; un “Mundo Mágico” compuesto de sensaciones, percepciones visuales y proyecciones mentales realistas totalmente desconocidas para quien experimenta por primera vez. La narración describe sensaciones y percepciones tanto fascinantes como desconcertantes y perturbadoras experimentadas bajo los efectos de los hongos de psilocibina. Se describen de manera concreta tres experiencias en especial, que difieren en la cantidad consumida de hongos y por lo tanto en los efectos producidos; las cantidades fueron: mínima, moderada y alta, dando como resultado efectos leves, moderados e intensos; siempre con características similares de sensación, pero diferentes experiencias de percepción (“viajes psíquicos” diferentes). En total han sido 8 situaciones experimentales; tres de ellas tendrán una narración concreta, y de las otras 5 sólo describiremos relatos relevantes, ya que en general los procedimientos de consumo y etapas de sensación son los mismos que los señalados en las experiencias 1, 2 y 3.Las experiencias se realizaron a finales de los meses de julio, agosto, septiembre y octubre del año 2010 y 2011 respectivamente (8 en total). No pretendemos con el presente escrito convertirnos en incitadores al consumo de hongos, ni hacemos tampoco una campaña que vaya en contra de ello; simplemente actuaremos con imparcialidad y nos enfocaremos en nuestro objetivo que implica “generar consciencia” en aquellas personas que por voluntad propia han decidido consumir hongos de psilocibina, acerca de los aspectos positivos y negativos que conlleva el consumo de éstas enigmáticas formas de vida. Introducción. Recién titulado en psicología por la UNAM en marzo de 2010, y partiendo de una curiosidad natural por investigar, escudriñar, analizar, descubrir y adquirir conocimiento de lo nuevo; tomé la decisión en Junio de ese año, de aventurarme en la búsqueda de estas misteriosas formas de vida con la intención de vivir en carne propia la experiencia y comprobar por mí mismo las posibilidades que pudieran ser aprovechadas de estos enigmáticos hongos ancestrales, que hasta fecha y desde hace siglos han sido depredados hasta el cansancio por mexicanos y extranjeros, causa de los llamados “efectos espirituales” que pueden experimentarse al consumirlos.
Después de consultar algunas lecturas y videos para informarme sobre el tema de los llamados “hongos alucinógenos”, y sabiendo de antemano que investigadores de diferentes países habían ya experimentado con los llamados “hongos sagrados”, decidí aventurarme a la búsqueda de cualquier especie de hongo de psilocibina. Dado que en aquel tiempo no tenía las posibilidades de ir al clásico lugar de encuentro “Oaxaca”, para conseguir los “niños santos” como decía María Sabina, me propuse buscarlos por mi cuenta en las cercanías del Distrito Federal. Después de una intensa búsqueda de varios días alternativos, encontré en uno de los bosques del Estado de México, la variedad conocida como “Psilocybe Zapotecorum”. El sólo hecho de encontrar un hongo cualquiera en su estado natural es para mí fascinante, pero el hecho de encontrar un “hongo sagrado” fue tan especial como tener un sueño lúcido.Justificación.Hemos notado que la información que abunda en internet respecto al tema de los “hongos alucinógenos” es generalmente incompleta, a veces confusa y algunas veces engañosa; además de esto, consideramos también que la “curiosidad” natural del ser humano en su búsqueda de experiencias nuevas, tanto físicas como psíquicas, puede conducirlo a dos lugares internos de sensación:Si actúa con prudencia, responsabilidad, cordura y sabiduría, la experiencia nueva lo conduce al Goce: bienestar, placer y satisfacción personal.Si actúa con negligencia, altanería, arrogancia y descuido, la experiencia nueva lo conduce al daño psíquico: miedo, ansiedad, angustia, pánico...El deseo de experimentar cosas nuevas en el cuerpo y en la mente NO es una decisión que pueda tomarse a la ligera NI “para ver qué se siente”. La experiencia como describiremos más adelante, tanto puede ser agradable, fascinante e incluso provechosa, como también puede llegar a ser impactante, sombría y desconcertante. 1. PRIMERA EXPERIENCIA CON HONGOS MÁGICOS 1.1 En búsqueda de los hongos.Después de informarme sobre el tema de los llamados “hongos alucinógenos”, y dado que en ese tiempo no tenía la posibilidad de viajar al Estado de Oaxaca para conseguirlos, me dediqué a investigar por cuenta propia sus formas y características, con el propósito de formarme una imagen mental acerca de cómo los detectaría en su estado natural. Una vez consciente de lo que tendría que encontrar en la naturaleza, me aventuré a la búsqueda de cualquiera de esos hongos… pasaron varios días alternativos de exploración solitaria en un bosque del Estado de México, hasta que un buen día de Julio de 2010, caminando de regreso de una de mis arduas búsquedas, decepcionado y creyendo que estos hongos sólo crecían en el Estado de Oaxaca, al mirar por una ladera hacia abajo en una vereda poco profunda, vi a lo lejos algunos hongos que asomaban sus sombreros por encima del pasto crecido… estaba muy cansado y como había visto gran cantidad de hongos en el bosque, pero ninguno como los que buscaba, dude en bajar… me quedé pensando un momento causa de mi cansancio, y por fin decidí “echar un vistazo”…… al bajar y mirar los hongos inmediatamente vi en uno de ellos, tanto en el tallo como en el sombrero, el color azul profundo característico de la psilocibina que aparece cuando el hongo es rasgado en alguna de sus partes (había granizado)… observé su tallo hueco leñoso y escamado en blanco… tomé un pedazo y al olerlo percibí un aroma ácido y harinoso, también característico de ésta clase de hongos; trituré un poco sobre mis dedos, y sabiendo que ningún hongo conocido por venenoso que sea puede causarte daño si simplemente lo “degustas sin tragarlo”, lo coloqué sobre mi lengua degustándolo y percibí un sabor ácido y ligeramente amargo, lo que finalmente me convenció de que mi larga búsqueda había dado frutos. Tomé diez ejemplares (había más de 50), y me fui a casa para finalmente compararlos con las imágenes que previamente había estudiado… ¡sorprendido, sí!, eran de la especie “Psilocybe Zapotecorum”; hongos de psilocibina en el Estado de México…Hongo. 1.2 Al encuentro con el espíritu...Ya seguro de que tenía en mis manos los famosos Hongos Mágicos, procedí a deshidratarlos a la sombra para consumirlos en cuanto estuvieran secos; no obstante, como última medida de seguridad decidí comer primero sólo un hongo para notar los efectos que pudiera producirme… la verdad es que no sentí absolutamente nada, excepto el sabor a harina húmeda, ácido y ligeramente amargo cuando lo mastiqué y lo tragué… ya no intenté nada más ese día. Al día siguiente por la mañana (finales de julio de 2010), debido a que los hongos ya secos me parecieron pequeños, y dado que no sentí nada cuando comí uno el día anterior, me aventuré a ingerir en ayunas 7 hongos a la vez (aproximadamente 4 g.), “tallo y sombrero”. He de comentar que después de masticar y tragar los hongos uno por uno, lo cual me llevó cerca de 15 minutos (lo hice así según la forma tradicional de los curanderos mazatecas), dudé por un momento que realmente fueran hongos de psilocibina, ya que pasaron 15 minutos más y no sentía absolutamente nada… me recosté en la cama y cinco minutos más tarde comencé a sentir mi cuerpo aletargado pero ligero, con un cosquilleo muscular y leves espasmos que “extrañamente” se sentían agradables; pocos minutos después noté que se liberaba mi vía respiratoria y por lo tanto podía respirar confortablemente; enseguida empecé a sentir una especie de embriaguez ligera y placentera, no como una embriaguez alcohólica sino mucho más noble; en general todo el cuerpo se aletarga y relaja deleitablemente, a la vez que se disuelven “sutilmente” las tensiones emocionales…Si pudiera comparar con algo las sensaciones placenteras que se perciben en principio, sería con aquella sensación que se tiene cuando por alguna razón hemos tenido que aguantar nuestras necesidades fisiológicas por largo rato, y en el último momento llegamos al baño a realizar esa necesidad... el organismo se llena de adrenalina y se siente una suave corriente eléctrica en todo el cuerpo, incluso parece que se libera una ligera cantidad de endorfinas que causa placer… es algo parecido, aunque sin duda más noble y agradable.1.3 El miedo y el pánico.Dado que era mi primera experiencia con éstas nuevas sensaciones, las cuales no se parecen en nada a lo que hubiera experimentado anteriormente en mi vida, sentí algo de miedo cuando “pasó por mi mente” la idea de que los efectos se pudieran seguir intensificando hasta desconectarme de la realidad (“quedarme en el viaje”), y empezar a hacer “locuras”. No sabía, (no encontré información al respecto), que con la cantidad que ingerí, a pesar de estar aletargado por esa extraña y suave embriaguez “kinestésica”, se puede conservar una consciencia totalmente lúcida y un razonamiento completamente cuerdo… y dado que todos los sentidos se agudizan extraordinariamente bajo los efectos de la “psilocibina”, así también mi miedo se intensificó por 4 haciendo que me levantara de golpe; sin embargo, gracias a mi preparación y al objetivo que tenía en mente, logré conservar la calma. Decidí no resistirme a los efectos, sino atender y analizar toda sensación y percepción que pudiera llegar a apreciar… en un minuto estaba prácticamente tranquilo, y en cinco minutos estaba plenamente relajado, experimentando las sensaciones nuevas y desconocidas en cuerpo y espíritu...Hongo. Efectivamente la intensificación del miedo ante las ideas bizarras que llegan a la mente, causa de la desinformación o por la mala información adquirida, pueden hacernos pasarla mal. En ese estado “todo se intensifica”, lo agradable y lo desagradable; he aquí la posible razón por la que algunas personas, sin duda primerizos como lo fui yo, cuentan de experiencias desagradables (“mal viaje”) al consumir hongos de psilocibina; incluso existen relatos de personas que a causa del pánico y la desesperación, concluyeron en el suicido: Sin duda serían “aventureros” mal informados, que al percibir sensaciones extrañas y completamente desconocidas en sus cuerpos, entraron en pánico y desesperación. Posiblemente “curiosos” que querían saber “qué se siente”, y al percibir sensaciones que jamás habían sentido, se asustaron y sucumbieron aterrados. Sin duda “primerizos” que por ignorancia se excedieron en su consumo, y empezaron a ver y sentir cosas extrañas e impactantes que les causaron un miedo intensificado, y luego el pánico. Posiblemente personas que de por sí en su vida común ya tenían predisposiciones psíquicas como paranoia, fanatismo, obsesiones, fobias, etc.…y es que uno de los efectos generados por los hongos, es parecida a la de aquellos sueños lúcidos en que uno queda atónito-impresionado porque no sabes si estás dormido o despierto, e intentas despertarte y no puedes; y cuando crees que estás despierto te das cuenta de que sigues dormido, es como un sueño dentro de otro sueño del que parece que no puedes despertar “y por momentos piensas que estás muerto” generándose gran angustia; y son éste tipo de sensaciones lo que genera ese gran impacto emocional para quien experimenta por primera vez con los hongos.Comentaré que aunque fue mi primera experiencia con Hogos Mágicos, pude valorar positivamente el resto del tiempo que duraron los efectos después de controlar mi miedo; y toda sensación agradable que percibí durante el efecto de los hongos se prolongó varios días en que me sentí complacido; la sensación agradable es como cuando conquistas a la pareja de tus sueños, y él o ella te corresponde, y el goce de ser aceptado te dura semanas para luego convertirse en una experiencia que permanece como un recuerdo agradable.1.4 Efectos y sensaciones.Ya sereno de mi miedo inicial ante los efectos desconocidos, me recosté nuevamente boca arriba sobre la cama poniendo atención plenamente en las sensaciones percibidas… habían pasado aproximadamente 50 minutos desde que ingerí el último hongo; entonces empecé a sentir un extraño hueco en el estómago, un vacío que en unos minutos me causó eructos, bostezos, y una especie de “nauseas de vacío” (NO hay asco, mareos, repulsión, vértigo, ni las contracciones comunes del vómito), que parecen ser efecto del fermento de los hongos en el estómago, por ésta causa surgen vapores en forma de eructos… los bostezos parecen ser un indicador de que se ha activado el centro del sueño, aunque bajo los efectos de la psilocibina se vuelve imposible quedarse dormido; quizá por esto es que muchos -yo entre ellos- hablamos de una experiencia onírica, más que alucinógena. Después de una hora aproximadamente desde que iniciaron las sensaciones, me di cuenta que la intensidad de los efectos ya no se incrementaba sino que permanecía estable; parece que la intensidad máxima se alcanza progresiva y sutilmente en un lapso de 50 minutos desde que inician los efectos (esto para la cantidad que consumí: 7 hongos maduros secos; 4 g. aprox.). Entonces permanecí tranquilo, aún con una mínima sensación de inquietud ante la incertidumbre del tiempo que tardarían en desaparecer por completo los efectos (con lo que investigué, sabía que los efectos podrían durar entre 4 y 6 horas; y así fue).Dado que las sensaciones eran tan agradables, decidí poner música relajante para distraerme de esa inquietud… una vez que empezó a reproducir el disco compacto me recosté nuevamente pero mi oído estaba muy sensible para ese momento y cualquier ruido fuerte e incluso la música agradable con un volumen medio, realmente molestaban… así que me levanté nuevamente y bajé el volumen de manera que pudiera percibirlo apenas con suavidad; y entonces me recosté y cubrí mis ojos con una cobija porque la luz me parecía intensa, y mi propio organismo me solicitaba proteger mis ojos de la excesiva luz; así lo hice, y por fin cómodamente recostado y escuchando música agradable, empecé a tener “ilusiones” apenas perceptibles de escenas relacionadas con la música escuchada, las cuales se intensificaban ligeramente si enfocaba mi pensamiento en ello; por ejemplo, al escuchar un tema que tenía un ritmo “electrónico”, veía rayos suaves y chispas de colores, de repente fractales que se difuminaban rápidamente, e imágenes que mi mente trataba de relacionar con la música escuchada (un escenario, una calle, un parque, instrumentos, etc.); Al empezar una nueva melodía, así también mi mente iniciaba una nueva tarea en tratar de crear imágenes que estuvieran asociadas con la música, mientras que mis sensaciones también llegaban a modificarse sutilmente para integrarse a este conjunto de manera coordinada; por ejemplo, el nuevo tema era una música rítmicamente muy suave y arrulladora, por lo que empecé a sentir mi cuerpo como si fuera movido por las olas del mar, increíblemente suave y agradable… por momentos percibía el aroma característico que tiene el mar y de repente “veía el viento”, pero esto último se desvanecía rápidamente. Hongo.Ante tales sensaciones, por momentos mi cuerpo se llenaba de adrenalina que me hacía sentir una extraña emoción y me hacía reír. A pesar de experimentar esas “visiones y sensaciones” durante ese lapso, tengo que reiterar que mi consciencia estaba alerta a todo lo que ocurría a mi alrededor, y me sentía completamente lúcido de todo lo que estaba sucediendo; pero “he aquí algo que descubrí”, que si uno no repasa y escribe lo ocurrido en la experiencia en ese mismo día o un día después, resulta que algunas de las cosas que se vivieron se olvidan tal como ocurre en un sueño; y aún así, las sensaciones agradables permanecen durante algunos días aunque no recordemos específicamente cuales son los estímulos que las producen.1.5 Sensaciones repetitivas (Deja vu)…No estoy seguro si fue antes o después de escuchar música, que “sensaciones de recuerdo” repetitivas llegaban a mi mente y hacían que me desesperara porque intentaba enfocarme en otra cosa pero las “sensaciones-recuerdo” volvían; eran repeticiones similares a un “Deja vu”, en el cual aparecen “sentimientos” de que ya hemos experimentado algo, y ese algo se presenta una y otra vez con sus imágenes como si fuera una experiencia nueva, pero sabemos que ya la vivimos momentos antes, por esta razón es que se vuelve desesperante que esa “sensación-recuerdo” se esté reciclando una y otra vez; se siente uno dando vueltas en círculos percibiendo la misma experiencia una y otra vez.Parece que este tipo de “Deja vu” es similar a un desfase temporal entre la atención consciente y la percepción subconsciente, en donde el subconsciente parece ponerse a trabajar tal como lo hace en los sueños mientras que la atención consciente tarda en captar esos estímulos; así que para cuando nos damos cuenta de la experiencia, el subconsciente ya se nos adelantó; surge entonces la sensación de haber vivido ya esa experiencia; es algo parecido, aunque al ocurrir de manera continua y persistente, el “Deja vu” se siente como si nuestro cerebro fuera un “disco rayado” que está repitiendo continuamente la misma “sensación-percepción”, es por eso que este tipo de experiencia se vuelve desesperante. Aunque no he profundizado en la experiencia del “Deja vu” causado por el consumo de hongos de psilocibina, considero que es una aberración (desequilibrio psíquico) de sincronía y continuidad de los sentidos, generada por un estado psíquico que está en el umbral entre la vigilia y el sueño; es un asunto del “tiempo”, la “atención consciente”, “el sueño”, el “enfoque” y la “vigilia”. Y es que entre los efectos de los hongos está aquel que “parece” activar el centro del sueño, sin que uno se quede dormido, lo cual da la sensación de quedar “flotando” entre esos dos mundos, el onírico y el material; y quizá esta confusión o desequilibrio psíquico, pueda ser el causante del “Deja vu”. …Después de un breve espacio de tiempo y de alguna manera logré darle solución a esas sensaciones-recuerdo repetitivas; pero tengo que decir que se requiere un gran esfuerzo enfocarse en resolver esos asuntos. Al lograr de nuevo estar tranquilo continué experimentando las sensaciones y percepciones, sin embargo, cabe comentar aquí que en la segunda experiencia con Hongos Mágicos apareció otro “Deja vu”, así que con gran esfuerzo lo analicé, reflexioné al respecto y le di solución; en la tercera experiencia apareció otro pero fue más fácil encontrarle solución; en las otras cinco ocasiones ya no aparecieron este tipo de experiencias, o “quizá aparecieron”, pero de alguna manera aprendí a darles solución.1.6 El éxtasis-Aproximadamente dos horas después de iniciados los efectos, empecé a sentir una nueva sensación, mucho más agradable y noble… ¡no sé cómo lo supe, jamás había sentido algo igual!, pero algo en mi mente me hacía saber que “había entrado en éxtasis”, era una sensación de bienestar y satisfacción plenos, una sensación de paz indescriptible… hasta parecía como si todo se hubiera vuelto más silencioso; un silencio placentero, una respiración agradable, un ritmo cardiaco hipnótico, una tranquilidad total… si pudiera compararlo con algo, sería únicamente con ese fugaz lapso de placer que ocurre al dar el último suspiro después de tener un orgasmo al estar con una persona a la que realmente amas… y aún así, es mucho más grácil y noble. Hongo…la sensación nueva fue una transición suave del estado anterior al éxtasis; en ninguna ocasión me he dado cuenta de cómo ocurre, sólo sé que llega de manera discreta y sutil, y se prolonga poco más de una hora (para la cantidad que consumí). En este nuevo estado pude darme cuenta de que los colores intensos, los objetos artísticos y las formas de la naturaleza (plantas, flores, etc.), pueden contemplarse con toda plenitud y causan un gran placer; de igual manera las fragancias y la música apacible complacen agradablemente. Permanecí entonces en éxtasis durante poco más de una hora cómodamente recostado boca arriba, contemplando todo a mi alrededor, sintiéndome en paz, percibiendo ese extraño silencio placentero que servía de fondo a la suave y agradable música que estaba escuchando; a esto le llamaría “paz espiritual” que incita a la contemplación y meditación profunda y serena.…el éxtasis pasó, y todo el miedo que sentí en principio cuando percibí las primeras sensaciones, y aún la inquietud que había sentido ante la incertidumbre de cuánto tiempo durarían los efectos, se disiparon… sentí entonces, “aquí sí”, una extraña y tenue transición que “te avisa” que el éxtasis está pasando y entras a la tercera y última etapa de los efectos de los Hongos Mágicos… es triste despedirse de ese espacio, “no es que cause tristeza”, sino que es parecido a despedirse de un lugar hermoso y apacible al que acabas de llegar… “sientes que perteneces a ese lugar” y te gustaría permanecer ahí; pero tienes que irte; y entonces lo fijas en tu mente como un recuerdo agradable……para entonces habían transcurrido aproximadamente 3 1/2 horas desde que iniciaron los efectos, me puse de pie, quité la música, miré de frente a la pared y me surgió una extraña necesidad de meditar sobre lo ocurrido… repasé la experiencia desde que iniciaron los efectos hasta que concluyó el éxtasis, y me pareció como si hubiera experimentado un sueño… lo consideré fascinante y me sentí satisfecho, pero todavía sentía ese “ligero pesar” de haber salido del éxtasis. Cabe destacar que durante el tiempo que duró el éxtasis me sentí “psíquicamente receptivo”; no sé cómo explicarlo, pero es como cuando uno está plenamente dispuesto a “escuchar” con atención y análisis las experiencias o palabras sabias de alguien más; es como cuando alguien duerme profundamente y se le haba suavemente al oído para generar ideas positivas en su mente; también es como cuando escuchas con gran interés las historias de un anciano sabio para adquirir conocimiento; es como estar plenamente dispuesto a escuchar y reflexionar para formar cosas nuevas en el pensamiento... 1.7 Las últimas sensaciones…mientras repasaba lo ocurrido, todavía con una ligera sensación de embriaguez y mirando fijamente hacia el frente, noté que algunas marcas y manchas en la pared tomaban forma “hacia afuera” y podían por momentos percibirse en 3D; se veían de forma vaporosa (algo borrosas y difuminadas), parecían cascadas que exhibían un ligero movimiento hacia los lados y hacia abajo; no eran coloridas, sino como color beige transparente; otras marcas y manchas también tomaban forma en 3D según lo que parecían: cuadrados, círculos, animales, fractales, etc., también se veían “esfumados” y desaparecían en unos cuantos segundos. Algunos minutos después de haberme puesto de pie, percibí apenas sutilmente algo a lo que le he llamado “una descarga de endorfinas”; es algo parecido al éxtasis que sentí, pero ésta descarga tiene una duración breve, de unos diez segundos aproximadamente (empieza con sutileza y se desvanece igual)… es muy suave pero perceptible, por eso es tan agradable… ésta sensación sí es más parecida al momento en que se está teniendo un orgasmo, pero es mucho más noble, no tan grotesco… tuve entre 4 y 5 de estas descargas en un lapso aproximado de 40 minutos, cada vez más ligeras pero cada una tan agradable según su intensidad; y entonces los efectos empezaron a desaparecer…Hongo. Cabe señalar que en la primer descarga que sentí, extendí los brazos hacia los lados, miré hacia el cielo y dije: “gracias a Dios”… lo hice por el gran placer que estaba sintiendo en ese instante, en contraste al pesar que sentía cuando salí del éxtasis… posteriormente miré mi rostro en el espejo y vi como si mi cara estuviera sucia, con manchas oscuras; miré mis manos y también las veía con manchas oscuras, creo que eran los residuos de mi visión alterada, y de mi mente que trataba de encontrarle forma a la “luz y sombra” natural de las cosas como lo había hecho con las formas planas de la pared; no le tomé mayor importancia y después de unos 40 minutos desde que me puse de pie, me dispuse a consumir mi primer alimento del día…1.8 La finalización…ya tenía mis alimentos preparados para cuando terminara mi experiencia con los Hongos Mágicos, así que pasaron aproximadamente 5:00 horas desde que inicié el consumo de los hongos, hasta que ingerí mis alimentos; eran las 2:00 de la tarde de los últimos días de julio de 2010. Estuve un poco aletargado y sediento durante aproximadamente dos horas más, pero hay que tener en cuenta que consumí los hongos en ayunas y durante toda la mañana no tomé agua. Salí a la calle como a las 4:00 de la tarde y me sentía algo ligero al caminar; ya no tenía ninguna sensación y los efectos habían desaparecido por completo, salvo esa extraña ligereza física que me duró dos días más, desapareciendo progresivamente; también en mi saliva percibí un sabor a “minerales” que permaneció cerca de tres días. Las sensaciones agradables perduraron algunos días y después continué con mi vida común… con una experiencia nueva en mis recuerdos… Hubo momentos en que “me daba cuenta” de algunas cosas que a mi parecer eran descubrimientos sabios, quizá no eran relevantes, pero a fin de cuentas “cosas que entendía”; respecto a ello, cuando lograba comprender algo que meditaba, decía la frase: “Esa es la Verdad”… esta frase la dije en dos o tres ocasiones mientras duraron los efectos, y es significativa para mí porque he sabido de otras personas que bajo efectos similares, han hablado esa palabra: “Verdad”. Es extraño que tal expresión coincida entre una persona y otra.
Esto es una de las cosas que puedo avalar como ciertas en cuanto al consumo de hongos de psilocibina: el “darse cuenta” o “comprender” cosas (aún si no son relevantes, no dejan de ser significativas), de los asuntos que a cada uno nos concierne conocer; ya que efectivamente bajo los efectos de los hongos surge una disposición a meditar… si uno quiere se enfoca en reflexionar sobre algo, si no, simplemente nos ocupamos de las sensaciones y percepciones… es aquí donde entra la sabiduría de decidir al respecto. La música agradable con audio suave y sin letra, ayuda mucho a relajarse, contemplar y reflexionar sobre asuntos de la vida cotidiana.