Introducción
En su ensayo “Notas sobre lo camp” (1964), Susan Sontag propone una nueva forma de entender el arte y la belleza. A diferencia de la estética tradicional, que valora lo serio, lo auténtico o lo profundo, Sontag llama la atención sobre otra sensibilidad: el gusto por lo exagerado, lo artificial, lo pasado de moda o incluso lo fallido. A eso lo llama camp.
El camp no se basa en la perfección ni en la verdad emocional, sino en el placer estético que provoca el exceso, la teatralidad y el estilo forzado. Es una manera de ver el mundo que disfruta lo que normalmente sería considerado de mal gusto, pero lo hace con ironía y cariño, sin burlarse, sino admirando su extravagancia.
Sontag también menciona el término kitsch, que se refiere al arte o a los objetos sentimentales y superficiales que buscan conmover fácilmente. La diferencia es que el kitsch se toma en serio a sí mismo, mientras que el camp toma esos elementos y los disfruta de forma irónica y estilizada.
Esta visión desafía las ideas convencionales sobre el arte. Rompe con la división entre alta y baja cultura, y revaloriza expresiones marginales, muchas veces ligadas a la comunidad queer, que ha usado lo camp como una forma de afirmarse con humor y estilo frente a la norma.
En resumen, para Sontag, el camp no es una categoría rígida, sino una forma de sensibilidad: una manera distinta de ver, sentir y vivir el arte y la cultura, celebrando lo que antes se despreciab