“… la purga de pandemia fue terrible, Dios mío… la gente corría y corría y cierran las puertas y los machetes y los palos…; pero, si no fuera por el paro, no se acaba la pandemia”.
Violencia, confusión, solidaridad, conciencia, pobreza, hambre… sobre todo hambre. Esta era la realidad en el oriente de Cali, y en toda la ciudad: el pobre ayudando al pobre.