Las emociones y la alimentación, muchas veces creemos que la calidad de éstas, depende de nuestra actitud, nuestro entorno, situación de vida, nuestro estado anímico, etc.
Pero pocas veces nos detenemos a cuestionar la parte de los alimentos. Las emociones también se alimentan y no sólo de sentimientos, sino de la comida que les damos. La frase "Mente sana en Cuerpo sano" tiene mucho trasfondo ya que depende uno del otro todo el tiempo y en consecuencia. Lo que comemos es como nuestro combustible, y si estamos ingiriendo combustible de mala calidad, nuestro desempeño físico y emocional se va a ver impactado de manera importante afectando nuestro nivel de energía, que es lo que la mayoría de las personas resienten en primer lugar.
Es importante saber, que como parte de un camino de desarrollo personal, incluso espiritual, es muy importante no dejar al cuerpo físico al último de nuestras prioridades, ya que es nuestro vehículo en éste plano.
Lo que comemos impacta en