A veces las cosas del pasado nos traen recuerdos dolorosos, heridas que no han sanado, pero cuando sanan y se convierten en cicatrices, hay una gran historia detrás de ellas.

En una etapa de mi vida me frustre demasiado que, pensé en caer el piso por falta de fuerzas, pero Dios es quien nos sostiene con su diestra de Justicia.

Recibimos una palabra de parte de Dios, pero con el pasar del tiempo todo va de mal en peor y sentimos que Dios se alejó de nosotros.

A veces las demás personas nos imponen sus sueños o metas, cuando nacimos con un propósito de parte del cielo.

A veces nuestra vista carnal no nos deja ver lo que Dios puede ver y hacer en nosotros y por medio de nosotros.

Un hombre humilde con capacidad extraordinaria demostró que podía hacer más de lo que los demás pensaban de él.

A veces nuestro comportamiento puede marcar la diferencia, hay una historia que nos enseña como alguien subestimó a otra persona y vio el triunfo con tan solo cambiar la actitud.

Muchas veces hemos escuchado a personas quejarse de como los trata la vida, de cuán dura es la vida y llevan un estilo triste de vivirla cuando nuestro Señor nos da la vida para disfrutarla en Él.

Es una forma de ver las cosas distinta a como estamos acostumbrados a verlas, días grises y oscuros que podrían ser cambiados con tan solo cambiar la forma de pensar, en especial en ése día tan especial para todos.