Nínive, a la llegada de Jonás ya era una metrópolis de Asiria, con mas de 120 mil habitantes, según datos históricos. Esta ciudad que fue fundada por Nimrod, bisnieto de Noé, pensamos que tenían conocimiento de Dios, pero como ha pasado a muchos pueblos en el planeta, con el pasar del tiempo el ser humano, a penas obtienen algunos logros importantes, deciden alejarse del Todopoderoso, aferrándose a su ego, a su arrogancia. La vanagloria es una de las cosas que desvían a la sociedad. Eso no lo puede negar nadie.
Por más, que esta ciudad había crecido en gran manera en términos demográficos y socioeconómicos, se había empobrecido moral y espiritualmente. La maldad llenó las calles y las tinieblas oscurecieron el corazón de los ninivitas. En rebeldía a Dios, hicieron todo lo que Él ha censurado, pensando que jamás cosecharían los frutos de sus perversas maquinaciones.
A pesar de ser seres racionales, nos acostumbramos mucho a cerrar los ojos o mirar para otro lado, buscando a quien culpar de todo lo malo. Algunos más atrevidos osan señalar a Dios. Otros, como una discusión que no pueden ganar, deciden ignorar su existencia. En cualquiera de los casos, cosechamos lo que sembramos ,pero es tiempo de hacer un alto. Te presento un ejemplo de que se puede ser el más vil pecador y aun así extraer de la situación difícil y de la advertencia divina, el carácter que nos conduce a la Salvación de nuestra alma.
Veamos lo que dice la Biblia en:
Jonás 3:6
"Y llegó la noticia hasta el rey de Nínive, y se levantó de su silla, se despojó de su vestido, y se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza."
Las noticias llegan a quienes deben llegar, en el momento oportuno, y esto es trabajo de la misericordia del Padre Eterno. El pueblo temeroso de las palabras de Jonás, se arrepintió, y me llama la atención que el rey, siendo la persona más distinguida de aquel lugar, quien gozaba de prestigio, riquezas y poder, al parecer, no termina siendo más que otro ser de carne y hueso. Sin embargo, había una prueba para este personaje, ¿cómo se vería al gobernante de la metrópolis de Asiria, humillándose ante una noticia que alguien esparció, posiblemente con las únicas palabras que aprendió hablar en el dialecto ninivita?
En el fondo, tenemos pruebas de nuestro carácter a diario, que nos evalúan a ver qué tanto aprendemos de nuestras experiencias. Entre mas amamos y valoramos las personas que nos rodean, respetamos la naturaleza y apoyamos el bien común en nuestra sociedad, atribuimos honra y nuestra fe a Dios, indica que nuestro carácter se embellece haciendo de nuestra vida pura y significativa. Pero si nos rehusamos a reconocer nuestra imperfección, nos aferramos a nuestros títulos o a nuestra posición, si nos ahogamos quejándonos de la mala suerte que hemos tenido, perdemos de vista la gracia y amor que Dios nos ofrece todos los días.
Llamado:
En cada tropiezo, en cada infortunio, en cada rastro de errores, tenemos un tiempo de esperanza. Es momento de reconocer que hemos sido insultados, mortificados, ultrajados, degradados, deshonrados, doblegados, abochornados, burlados, ofendidos, maltrechos, afrentados, dominados, oprimidos... pero por nuestras culpas, por nuestra lejanía de Dios. Si nos humillamos hoy ante su presencia, dondequiera que estemos, sin importar lo oscuro que haya sido nuestro camino, podemos recibir la gracia de la Salvación por medio del sacrifico que hizo Jesucristo para pagar el precio de aquellas culpas. Jesús fue perfecto, no tenia por qué sufrir las torturas de los romanos, pero decidió ir a aquella cruz, entregar su vida por la nuestra, para así redimir a todo aquel que se atreva a humillarse delante del Padre, como muestra de que se ha aprendido la lección.
Despedida:
Como el rey de Nínive, levántate de su silla, despójate de tu orgullo, y clama hoy a Dios en el nombre de Jesucristo, y descansa en su regazo. Recuerda...