El régimen además de dejar a los venezolanos sin agua, gasolina y luz , ahora apaga la señal de DIRECTV. La dictadura prefirió proteger a Raúl Gorrín, empresario sancionado por EEUU por corrupto y lavador de dinero. Por complacer al dueño de Globovisión quedaron sin TV millones de venezolanos, muchísimos de sectores humildes. Pero tampoco la revolución será televisada. ¿Un autogol?