Mi oración es que tú seas la persona que cambie el sentido de lo que se habla sobre una mesa. Te desafío a que tu conversación, tu compartir vaya más allá de lo trivial. Permítete ser en estas conversaciones casuales el representante de Cristo en la tierra, no sigas la corriente, sino cambia el ambiente de la plática. Habla esperanza, fe y verdad. Habla amor y compasión, no permitas ser el emisario de las malas noticias sino del evangelio para personas que necesitan de Jesús.