La negación es una telaraña que se agarra del maltrato, gaslight, disociación, amnesia, confusión, necesidad de confiar en el cuidador, desconfianza de uno mismo, cansancio, duelo de pérdidas y defensas del cuerpo. Es parte natural de varias condiciones, y aunque no es mala en sí misma (como la disociación), puede frenar la búsqueda de ayuda y ser incapacitante.