Los errores, las metías de pata o como le prefieras llamar, son parte de la vida. Aunque puedan ser evitables o minimizados, siempre, eventualmente, hacen acto de aparición. Tras que ya eso nos puede generar una minicrisis, lo peor parece ser que surjan cuando se trata de nuestra relación con Dios. Te tengo noticias, a Él no le sorprende. Ya lo sabía. En este episodio te hablaré de eso y de lo que podemos hacer al respecto.