Mario va al concesionario en busca de un carro grande para él y su familia. El único auto que Mario encuentra interesante cuesta muchísimo dinero, pero Mario no tiene problema con eso, porque él es un hombre muy rico (millonario).
El coche es blanco, muy espacioso (grande), moderno, con mucha tecnología y puede alcanzar hasta 400 kilómetros por horas (K/h).
Mario se sube al carro y no lo puede creer, es hermoso y súper cómodo por dentro, tiene aire a condicionado, cámaras, pantallas para ver película, videos, navegar en la internet y hasta ver series en Netflix, un potente sistema de sonido y además huele espectacular.
Mario quiere probar el coche, así que lo enciende con solo darle la orden “encender” a Mario le gusta cómo suena el motor del carro –muy sereno y casi imperceptible.
Mario arranca el carro y se va a dar una vuelta por la ciudad, pone música salsa a todo taco (Alto volumen) y va a una velocidad de 200Kh sobre la autopista principal.
Todos lo miran y le sonríen porque, la verdad el carro es muy atractivo y la gente sabe que es un coche muy costoso, moderno y lujoso.
Mario sonríe a la gente que le saluda en los semáforos y en cuanto la luz cambia a verde, él es el primero en despegar y nadie puede alcanzarlo.
En un semáforo en rojo (Luz roja) alguien toca a la ventana del coche, Mario baja el volumen de la música, luego baja el vidrio de la ventana y se da cuenta que son dos policías –Buenas tardes señores agentes, dice Mario.
Buenas tardes señor ciudadano –responde uno de los policías.
¿Sabe usted que ha excedido el limite de velocidad dentro de la ciudad? ¿Sabe también que su música va demasiado alta?
Mario se queda en silencio porque sabe que el oficial tiene la razón
¿Nos permite sus documentos y los documentos del coche por favor? Dicen uno de los policías –si por supuesto, con mucho gusto, dice Mario mientras busca en la guantera del lujoso Coche.
Entonces Mario recuerda que sus documentos están en su viejo carro en el concesionario y los del coche ni siquiera sabe dónde buscarlos.
Le vamos a dar una multa señor ciudadano por exceso de velocidad y por llevar la música demasiado alta, o sea, por contaminación auditiva.
Aquí tiene señor y por favor váyase con mucho cuidado y sin violar las normas de transito.
Mario regresa al concesionario despacio, en silencio y un poco triste y cuando le muestra la multa al vendedor del concesionario.
Este dice... ¿Pero por Dios qué es eso? – Es que...me han sancionado, por exceso de velocidad y por llevar la música muy alta, la verdad lo siento.
Ahora Mario tiene que pagar una alta suma de dinero por la multa antes de comprar el coche de sus sueños.