¡Jesucristo ha resucitado! El amor hacia nosotros lo motivó a rescatarnos de todo pecado. Y gracias a esto nos desafía a conocer a Dios de una manera distinta.
Nuestro Padre quiere que disfrutemos nuestra existencia sabiendo que nuestro tesoro está en el cielo, y aunque el miedo, a veces, nos paraliza, su amor y ganas de compartir su reino con nosotros son incontenibles.