Axel y Valentín no están borrachos. Parece, pero no lo están. ¿Este es el primer podcast de la historia en recomendarte cómo incursionar en el mundo de la filosofía si no sabés nada al respecto? Probablemente no, pero no importa, porque los pibitos estos sí fueron los más copados en hacerlo. Además, cuentan en qué país del mundo les gustaría vivir si no fuera en Argentina, los 30 años de Papa Chiquito y varias cosas más. Ah, whisky. Mucho, mucho whisky.

A veces cuando una canción se nos queda pegada solo significa que en vez de cerebro solo queda gelatina.

Ante la necesidad de elegir entre una lata de gaseosa o un machete, la opción correcta siempre son las llaves del tractor.

Dicen que la forma más rápida de bajar de un penthouse es saltando. A veces es mejor preferir el ascensor.

Axel y Valentín están otra vez muy lejos. Desde San Francisco Axel cuenta de sus aventuras mientras desde Buenos Aires Valentín las escucha y trata de robar protagonismo con poco éxito. Axel descubrió que la oscilación en el valor de la moneda de su madre patria también afecta el costo de la cerveza en otras partes del mundo. Valentín sostuvo el micrófono en sus manos todo el episodios porque nunca está de más sentirse una estrella de rock. ¿Podcastar? ¿Existe? En cualquier caso, nos enteraremos la semana próxima, si todo sale bien. Ojalá Axel traiga cosas ricas.

Axel y Valentín son de carne y hueso. En un confuso episodio terminaron junto a una banda de ideantes tomando cerveza, conversando a los gritos y tocando una clásica Williamson-Jackson-Johnson (réplica) al unísono. Además, todavía tienen un poco de sueño por la aventura, pero dan lo mejor de sí. Claro está que a veces lo mejor no alcanza. Para compensar, repartieron libros del Club de Lectura de Libro Legrand y bailaron hasta que los pies dijeron "basta". Basta.

Axel y Valentín se conectan a la Matrix y se clavan un montón de agujas de acupuntura para chequear si así pueden ver el futuro. Hablan de trompetas imaginarias en las que se gastaron fortuna, contestan preguntas y charlan sobre ciudades del primer mundo con monedas mucho más estables. Hacían que reían, pero por adentro lloraban y se abrazaban a su osito de peluche.

Axel y Valentín finalmente decidieron el lugar y la fecha para hacer la juntada. ¿Podés creerlo? No, yo tampoco. En realidad no suelo creer en nada de lo que dicen, pero eso es tema mío. Esta semana hablaron de hacer contenidos en internet y cómo frenar a los trolls, revelaron que no son pareja y comentaron una situación extraña que se vivió en Quilmes y que involucran apuestas y tira de cola. Pasen y escuchen que yo aprovecho para irme a pasear.

Axel y Valentín contestaron preguntas. Un montón de preguntas. Además, hablaron de la amistad, contaron cómo vieron la premiere de la última temporada de Game of Thrones, hablaron de libritos, del talento increíble de los traductores de libros y están empezando a preparar una juntada con ideantes. Espero no estar obligado a ir yo y que me dejen quedarme tranquilo sin tener que escucharlos a ellos. Ustedes vayan porque van a entregar los libros del Club de Lectura de Libro Legrand. Yo me tomo el palo acá.

Axel y Valentín meditan sobre la meditación. Axel se hizo el canchero porque corrió 12km y Valentín porque leyó un libro. Axel siguió la moda otra vez y se compró una riñonera, la pregunta es qué llevará adentro. Además, doce maneras de enchufar una impresora y un material exclusivo acerca del mundial de criollitos. Por favor, sáquenme de acá, quiero irme.