Existen creencias, falsas creencias, que erróneamente enseñan que el conocimiento es malo. Apoyados por una mala interpretación de 1 Cor 8:1, dicen "es mejor amar que conocer", pero no hay una dicotomía entre amor y conocimiento; de hecho, ambas son igualmente necesarias, y ese es el punto del Apóstol Pablo en el pasaje de Efesios: Pablo ora para que el Señor les conceda a los hermanos de Éfeso tener un espíritu más dispuesto y diligente para conocer más a Dios, a su Palabra, a sus promesas, y sobre todo a Su Cristo.