El amor a Dios no solo nos habla de un amor abnegado, sino práctico. Síguenos en nuestro estudio y averigua las prácticas del amor con que Dios nos ha amado. | Pr. Ricardo Reyes M.

Un poder tal acompañaba las palabras de nuestro Señor que muchos se convencieron y profesaron creer en Él. Él los estimuló para que escucharan sus enseñanzas, a confiar en sus promesas, y obedecer sus mandamientos a pesar de todas las tentaciones al mal. | Pr. Antonio Urrutia V.

La forma de vida de la iglesia no solo se entiende sino que debe vivirse a la luz de las escrituras y del amor hacia Dios y su pueblo. Es por esto, que la pre-eminencia del amor debe entenderse a la lus de las escrituras. Síguenos es nuestro estudio de "Somos iglesia" | Pr. Ricardo Reyes M.

El sentido más profundo es: “Entonces conoceréis que yo soy Dios”. Entonces se darían cuenta de que Él no hacía nada por sí mismo, es decir, por Su propia autoridad. Más bien, él había venido al mundo como el Dependiente, diciendo sólo aquellas cosas que el Padre le había enseñado a decir. | Pr. Antonio Urrutia V.

El amor no solo es el motor que mueve nuestro actuar, sino que también debe ser preeminente en toda actividad para el Señor y, para su pueblo. Síguenos es nuestra serie de estudios. | Pr. Ricardo Reyes M.

Les dijo, pues, Jesús: “Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre”. Estos textos apuntan hacia la cruz y, por implicación, a la resurrección, la ascensión y la coronación de Cristo. | Pr. Antonio Urrutia V.

El amor a Dios, no solo se ve en lo que creemos de Dios sino que también en la práctica con la cual vive la iglesia. Síguenos en nuestro tema “amaos los unos a los otros". | Pr. Ricardo Reyes M.

Todos sabrán por su conversión o en su condenación que Él siempre habló e hizo lo que agradaba al Padre, aun cuando reclamaba para sí los honores más excelsos. | Pr. Antonio Urrutia V.

Les invitamos a oír, meditar y compartir nuestro sermón de hoy. Bendiciones. | Pr. Ricardo Reyes M.

Algunos dicen: ¿Quién es este Jesús? Ellos le reconocen como un profeta, maestro excelente, y aun como algo más que una criatura, pero no pueden reconocerle, por sobre todo, como Dios bendito por los siglos. | Pr. Antonio Urrutia V.