Romper se rompe fácil, dejar las cosas en su estado original es imposible, por las leyes de la termodinamica es asi, no hay forma que el jarron quebrado quede igual. Asi lo vemos en este pasaje, vemos una red rota, un hombre roto y una sociedad rota, toda posibilidad de restauración es imposible, siempre y cuando no entre Dios en la ecuación.

Miranos, seguinos y dale like a nuestro canal:

En este sermón trabajaremos sobre la triple que Dios le dio a Isaías:

A. La mirada hacia arriba: Vio al Señor (6.1–4)

B. La mirada hacia el interior: Se vio a sí mismo (6.5–7)

C. La mirada hacia afuera: Vio la necesidad (6.8–13)

Miralo en Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=E9xX7ZtGj1Q&t=2096s

Creo que es un sermón que nos interpelara sobre donde están cimentadas tus decisiones y prioridades. Que lo disfruten y que lleve fruto en tu vida.

FINAL DE LA SERIE: "El carácter de Cristo, nuestro fruto"

Cuando vemos con detalle el fruto del Espíritu y descubrimos que un componente no puede ir separado de ninguno de los otros,

Nos damos cuenta que estamos mucho más necesitados de crecimiento en el fruto del Espíritu de lo que pensamos.

Cuando dejamos de ver nuestros dones como una señal de que somos semejantes a Cristo, y dejamos de ver nuestras fortalezas naturales como una señal de que somos semejantes a Cristo.

Cuando estudiamos la naturaleza, la unidad y las definiciones del Espíritu, brota en nosotros un sentimiento mucho más profundo de que nos faltan estas cosas.

Miralo en Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=kOYeJSHpL34&t=176s

Cuando vemos con detalle el fruto del Espíritu y descubrimos que un componente no puede ir separado de ninguno de los otros,

Nos damos cuenta que estamos mucho más necesitados de crecimiento en el fruto del Espíritu de lo que pensamos.

Cuando dejamos de ver nuestros dones como una señal de que somos semejantes a Cristo, y dejamos de ver nuestras fortalezas naturales como una señal de que somos semejantes a Cristo.

Cuando estudiamos la naturaleza, la unidad y las definiciones del Espíritu, brota en nosotros un sentimiento mucho más profundo de que nos faltan estas cosas.

Cuando vemos con detalle el fruto del Espíritu y descubrimos que un componente no puede ir separado de ninguno de los otros,

Nos damos cuenta que estamos mucho más necesitados de crecimiento en el fruto del Espíritu de lo que pensamos.

Cuando dejamos de ver nuestros dones como una señal de que somos semejantes a Cristo, y dejamos de ver nuestras fortalezas naturales como una señal de que somos semejantes a Cristo.

Cuando estudiamos la naturaleza, la unidad y las definiciones del Espíritu, brota en nosotros un sentimiento mucho más profundo de que nos faltan estas cosas.

Sexto fruto: BONDAD.

Mira el video en: https://youtu.be/B_VQg9x4jEI?si=2wuyXko5Q46A1Jeo

Cuando vemos con detalle el fruto del Espíritu y descubrimos que un componente no puede ir separado de ninguno de los otros,

Nos damos cuenta que estamos mucho más necesitados de crecimiento en el fruto del Espíritu de lo que pensamos.

Cuando dejamos de ver nuestros dones como una señal de que somos semejantes a Cristo, y dejamos de ver nuestras fortalezas naturales como una señal de que somos semejantes a Cristo.

Cuando estudiamos la naturaleza, la unidad y las definiciones del Espíritu, brota en nosotros un sentimiento mucho más profundo de que nos faltan estas cosas.

Quinto fruto: BENIGNIDAD.

Benignidad: Es una habilidad para servir a los demás en cosas prácticas, de una manera que me hace vulnerable. Esto surge de tener una profunda seguridad interna. Su opuesto es la envidia, que me impide gozarme en la alegría de otro.

Su alternativa falsa son las buenas obras manipuladoras, haciendo bien a los demás para que yo pueda felicitarme y sentir que soy “lo suficientemente bueno” para los demás o para Dios.

NUEVA SERIE: El carácter de Cristo, nuestro fruto.

Cuarto fruto: PACIENCIA.

La tendencia en la iglesia de hoy no dista mucho en contraste a lo que la iglesia siempre ha tenido que luchar con respecto a los dones del Espíritu Santo nuestro interés alcanza su punto máximo cada vez que algo inusual extraordinario o incluso espectacular sucede en medio de nosotros y entonces queremos poner nuestra atención en lo novedoso, emocionante o extraordinario buscando algún tipo de manifestación especial de la presencia de Dios y por esa razón debido a esta inclinación dentro de nosotros a gravitar hacia lo emocionante tenemos una tendencia a pasar mucho más tiempo centrándonos en el tema de los dones del Espíritu Santo que centrarnos en el tema del fruto del Espíritu Santo.

NUEVA SERIE: El carácter de Cristo, nuestro fruto.

Tercer fruto: PAZ.

La tendencia en la iglesia de hoy no dista mucho en contraste a lo que la iglesia siempre ha tenido que luchar con respecto a los dones del Espíritu Santo nuestro interés alcanza su punto máximo cada vez que algo inusual extraordinario o incluso espectacular sucede en medio de nosotros y entonces queremos poner nuestra atención en lo novedoso, emocionante o extraordinario buscando algún tipo de manifestación especial de la presencia de Dios y por esa razón debido a esta inclinación dentro de nosotros a gravitar hacia lo emocionante tenemos una tendencia a pasar mucho más tiempo centrándonos en el tema de los dones del Espíritu Santo que centrarnos en el tema del fruto del Espíritu Santo.