Durante la época del Testamento Antiguo el diablo odiaba a los judíos porque ellos traían la Santa Ley de Dios, y por medio de ellos el Mesías iba a venir. En la época del Testamento Nuevo el diablo tiene otras razones por continuar ese odio.

El diablo sabe que la mejor manera de engañar a los hermanos, es con algo que ellos no sospechan.

En nuestros tiempos esa parte del Libro de Ester es algo controversial. Unos predicadores condenan la falta de consagración en Ester y en su primo, mientras otros predicadores los defiendan.

Conociendo que los maestros falsos iban a levantar se por todos lados, San Pedro era diligente en guiar a sus oyentes a un discernimiento profundo. De esta manera, solamente los muy flojos serian la presa fácil del enemigo.

Muchos notan que Dios ni está mencionado en todo el libro de Ester. Pero muy pocos pidan por qué.

Es posible estar salvado en Cristo, sin tener una seguridad de tu salvación. Pero es una tragedia. En este pasaje, Pedro te dará la llave de la seguridad que llenará to vida con gozo.

Aunque Nehemías regresaba a una gran variedad de corrupciones, por su relación intima con Dios, se puso todo en orden, en muy poco tiempo.

Aunque el Evangelio de San Juan no nos dice nada de una virgen embarazada, ni del pesebre, ni de los reyes magos, aun así se pude enseñar nos mucho de la Navidad.

En la llegada a Cristo Jesús a este mundo, nada era ni desafortunado ni accidental, sino que todo estaba siguiendo un plan glorioso de Dios, para revelar nos su gran mensaje.

Con sus saludos finales, Pedro deseaba compartir su gran experiencia con sus oyentes, dejándoles equipados para florecer en la fe.