Para todas las personas que estén atravesando en este momento situaciones de dolencias, por enfermedades en su cuerpo, hemos creado unas meditaciones y unas confesiones llenas de la Escritura de la Palabra que los van a ayudar muchísimo. Para que pongan eso en su corazón, en su mente y en su boca, y las proclamen día y noche. Para que se acuesten con ellas, las mediten, las piensen, las escuchen y las repitan. Y así, esa Palabra sembrada en ustedes va a hacer que la fuerza del Espíritu de Dios, lo que nos ha heredado la sanidad que Jesucristo ganó para nosotros, sea manifestada en sus cuerpos.