Un grupo de astrónomos descubrió Sagitario A, un agujero negro supermasivo en el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Este monstruo concentra una masa equivalente a cuatro millones de estrellas como el Sol y está a unos 26 mil años luz de la Tierra. Este agujero negro cumple Joel 2:30-31 donde el Señor profetizó: “Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová”.