Jesús ha inaugurado el reino de Dios y sus bendiciones en la tierra. Sin embargo, al igual que los apóstoles y la primera generación de discípulos, aún esperamos su plenitud. Se nos ha dado una muestra de lo que viene, pero seguimos experimentando la muerte y la decadencia. Somos bendecidos con toda bendición espiritual, incluso si nuestras cuentas bancarias muestran algo diferente, nuestra salud física necesita un refuerzo o una relación con un miembro de la familia podría ser mejor. Vivimos en esta tensión de ser bendecidos y vivir en un mundo maldito. ¡Acompáñanos en esta conversación bendecida!