¿Quieres vivir en una cárcel de diseño o te atreves a crear?
Pensar que la información está acumulada en papiros, en libros o en bytes de ordenador y que sólo ahí podemos aprender es para presos. Aquellos que quieran seguir viviendo en la cárcel de diseño cultural que se ofrece, con sus enormes vallas, prohibiciones, candados, carceleros y mísero alimento, no deben mirar a los árboles con el deseo y la firme intención de conocer y conocerse.