Siempre soñé con tener un parto en casa, sola, con mi pareja. ¿Por qué?, porque así es como me sentía segura. Para mi no existe el miedo al parto, pero si a la medicalización e intervención del parto. Con mi primer hijo no lo conseguí, pero fue una reivindicación de que no volvería a parir en un hospital. Con el segundo, más segura de mi misma y ya conociéndo lo que iba a pasar, lo conseguimos, y aquí te contamos la historia.