En un giro de eventos, dos de los cinco presos políticos indígenas mazatecos, Jaime Betanzos Fuentes y Herminio Monfil, han sido liberados después de casi una década de injusta prisión. La lucha de defensoras de derechos humanos, como Argelia Betanzos, ha sido incansable. Existe el oscuro laberinto de presos inocentes, instituciones indolentes y un sistema judicial corrupto. Aunque la justicia ha avanzado, el futuro sigue siendo incierto para los presos políticos restantes y sus familias.