Cuando vayan mal las cosas, cómo a veces suelen ir, cuando ofrezca tu camino, solo cuestas por subir, cuando tengas poco haber, pero mucho que pagar y precises sonreír, aún teniendo que llorar... Tras las sombras de la duda, ya plateadas, ya sombrías, puede bien surgir el triunfo, no el fracaso que tenías; y no es dable a tu ignorancia figurarte cuan cercano pueda estar el bien que anhelas y que juzgas tan lejano... Cuando ya el dolor te agobie y no puedas ya sufrir, descansar acaso debas ¡Pero nunca desistir! Rudyard Kipling