Marisela Escobedo fue una enfermera que tuvo que convertirse en activista e investigadora. Encontró al asesino de su hija, pero las autoridades lo dejaron libre. Las desafió, enfrentó a grupos criminales, marchó desnuda, sólo cubierta con la foto de su hija para ser escuchada, recorrió el país y nada la detuvo hasta el día que la asesinaron.