"Independientemente del resultado de la cumbre y de las declaraciones predecibles en defensa de la democracia, criticando los arranques autoritarios de muchos políticos y advirtiendo sobre los riesgos de la desinformación que circula con mucha velocidad a través de las redes sociales, es imposible olvidar que la naturaleza especialmente partisana de esta cumbre deja en evidencia una verdad innegable. La cumbre mal llamada “democracia siempre” fue organizada por líderes de izquierda, el sector político que tiene a su haber el mayor número de casos de regresiones autoritarias en América Latina en los últimos 20 años".