"Las torpezas, errores no forzados y desprolijidades que han caracterizado al gobierno de Gabriel Boric han sorprendido incluso a los que peores expectativas tenían de lo que pudiera hacer esta administración. El intento de comprar la casa de Salvador Allende a los herederos del fallecido mandatario, que incluyen a una senadora y a una ministra de Estado, es una chambonada que, además, representa una incuestionable violación a la constitución. El plan para convertir la casa de Allende en un museo, desde su torpe principio a su calamitoso fin, constituye evidencia concluyente de este gobierno de ineptos, también carece de sentido común y no cuenta con profesionales que demuestren tener un conocimiento mínimo de los principales preceptos constitucionales que rigen a nuestra patria".