La adivinación es algo que se practica desde lejanos tiempos, es algo que está dentro de las necesidades humanas: saber lo que va a suceder en el futuro.
Las civilizaciones prehispánicas poseían conocimientos avanzados de adivinación, de entrada porque aliaban esta práctica con ciencias como la astronomía y la meteorología, sobre todo para contar el tiempo en calendarios y augurar la vida de sus cosechas.
Una hoja de árbol, una vara de incienso o la espiral que forma el vapor de agua los posos del café, la ceniza de un puro son algunas de las técnicas que los adivinos utilizan para desentrañar los secretos del futuro y el alma de las personas. Tarot, cartas gitanas, firmas, astrología y runas son otros de los objetos que ayudan a los clarividentes para ofrecer un servicio completo a las personas interesadas en “lo desconocido”.