Nancy no puede continuar en su país. Así que, con el apoyo de varias organizaciones internacionales, consigue salir y volar hasta España. Allí le conceden el estatus de refugiada y, por paradójico que suene, cursa un máster sobre derecho penal. Con la ayuda de compañeros de universidad y de voluntarios de ONGs empieza a querer rehacer su vida. No obstante, el miedo no desaparece. En este episodio, su madre, Isaura, tiene un especial protagonismo. Cuando todo parece empezar a ir algo mejor, llega la pandemia y la salud de su hijo, que se quedó en Colombia, hace que tenga que coger un vuelo de emergencia y enfrentarse a volver al lugar del que nunca le gustaría haber tenido que salir. Al menos, no de esa forma.