Al igual que la mayoría de los estudiantes universitarios, batallé durante el primer año mientras trataba de balancear mi tiempo entre la escuela y el fútbol. En la preparatoria, ser el mejor atleta de la escuela era algo natural para mí, pero en la universidad necesitaba probarme a mí mismo todo el tiempo. Trabajé mucho en mi segundo año y el entrenador me nombró capitán del equipo.
A algunos chicos como Nicolás, que era un año mayor que yo, no les gustaba la idea de que alguien más joven que ellos fuera el capitán del equipo. Pensaban que merecían el lugar porque llevaban más tiempo en el equipo. No hace falta decir que Nicolás hizo de mi vida un infierno durante el primer mes hasta que el entrenador le dijo que se perdería todos los partidos de esta temporada si no trabajábamos juntos.
Ah, y un pequeño detalle que olvidé mencionar, comencé a salir con la ex de Nicolás, Melissa, quien era animadora. Antes de continuar, no olvides darle me gusta a este video, suscribirte a nuestro canal y de presionar la campana de notificaciones. En mi defensa, no supe que ella era su ex hasta dos semanas después de que empezamos a salir.
Tan pronto como me enteré, terminé la relación. Le dije a Melissa que de por sí Nicolás y yo no nos llevábamos bien y que salir con ella haría las cosas más difíciles para el equipo. Quería jugar al fútbol de manera profesional y no iba a permitir que nadie, ni siquiera una chica bonita, se interpusiera con mi objetivo. Melissa no estaba muy feliz con mi decisión y nunca volvimos a hablar después de eso.
Pasaron los meses y Nicolás y yo enterramos nuestra enemistad. Se sintió bien no tener que estarme cuidando las espaldas a cada rato. Una noche, después de que ganamos un juego, el equipo y yo pasamos por la casa de Karla Alejandra, una de las animadoras, para una fiesta de celebración.
Mientras bailaba, alguien me dio un golpecito en el hombro. Me di la vuelta para ver a Nicolás.
“Siento cortarte la inspiración, pero necesito un gran favor. Mi coche no arranca y los otros muchachos están demasiado tomados para dejarme en mi casa. ¿Puedes llevarme a la universidad? Olvidé algo en mi casillero del gimnasio.”
“Claro Nico, no hay problema.”, me volví hacia Lana, la chica bonita con la que estaba bailando, "¿Guarda un baile para mí cuando regrese?"
Ella sonrió y asintió.
Nicolás se echó a reír mientras me cerraba el cuello juguetonamente y me despeinaba el pelo, “Vamos mi rompecorazones.”
Nicolás y yo salimos de la fiesta y pocos minutos después llegamos al campus de la universidad.
“Conseguiré que alguien me lleve de regreso.”
Asentí y me fui. Me desperté a la tarde siguiente con numerosas llamadas perdidas y mensajes de texto de otros muchachos del equipo preguntándome si sabía dónde estaba Nicolás. Nadie lo vio después de que se subió a mi auto. Les dije que dejé a Nicolás en el campus y volví a la fiesta. Intenté llamar a Nicolás, pero su teléfono pasó directamente al buzón de voz. Mi estómago se revolvió y me sentí realmente mal. Salí de la cama lentamente y fui a buscar a mis padres. Los encontré en la cocina tomando café.
“¡Por fin saliste de la cama! Supongo que esa si que fue una buena fiesta.”, me sonrió mamá.
Su sonrisa desapareció rápidamente cuando vio mi rostro y su expresión se convirtió en una de gran preocupación. “¿Carlos, está todo bien?”
Me senté con mis padres y les conté todo.
“Y ahora Nicolás no contesta su teléfono. Lo último que recuerdo fue regresar a la fiesta de Karla Alejandra.”
Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.