¿Qué influencia ejercen las agencias de relaciones públicas en las campañas electorales? Con una identidad falsa, el periodista de investigación Peter Kreysler se infiltra en el interior de agencias internacionales.

Junto con la periodista Gesine Enwaldt, Kreysler documenta de primera mano todo lo que se hace en el mundo de los estrategas de campaña. Por primera vez, el reportaje ofrece una visión exhaustiva de los métodos sin escrúpulos que emplean estos líderes de opinión. Los resultados de la investigación encubierta son alarmantes y confirman lo que los expertos llevan años advirtiendo.

«Todos los esfuerzos voluntarios para esclarecer y regular las campañas electorales digitales han fracasado», afirma desilusionado Tobias Schmid, director de la Autoridad de Medios de Comunicación de Renania del Norte-Westfalia. Y sin embargo, en una reciente encuesta de FORSA, el 90 por ciento de los usuarios de Internet en Alemania exige transparencia en la publicidad política en la red.

Los profesionales de las relaciones públicas operan en todo el mundo. Se involucran en numerosas campañas electorales nacionales, utilizando sofisticados métodos digitales para influir y manipular a los ciudadanos. En la antesala de las elecciones federales en Alemania en septiembre de 2021, se cierne la pregunta: ¿hasta qué punto la campaña electoral está a salvo de estrategias populistas de manipulación o incluso de influencias extranjeras?

El último informe del Servicio Europeo de Acción Exterior considera que Alemania está en el punto de mira de las campañas de desinformación rusas. Ningún otro Estado miembro de la UE está recibiendo tantos ataques como Alemania. ¿Cómo puede la democracia moderna defenderse de las injerencias sin restringir que el derecho a la opinión política? «Estamos operando en el corazón de la libertad de opinión», apostilla Tobias Schmid.

La influencia de los estrategas digitales en comportamientos o acciones electorales se ha hecho tangible en acontecimientos como la decisión del Brexit o el asalto al Capitolio estadounidense.

El viaje de incógnito al mundo de estos estrategas, a su red de noticias falsas, campañas de desprestigio y desinformación, muestra la naturalidad y profesionalidad con que hacen su trabajo. Al parecer, los datos de los votantes alemanes pueden comprarse y utilizarse sin mayor problema. Los implicados en el escándalo de Cambridge Analytica siguen haciendo negocios sin impedimentos, simplemente han cambiado el nombre de la empresa. Los valiosos perfiles de los votantes permiten dirigirse a clases sociales concretas de forma muy específica. El equipo de investigación se sienta a la mesa de estos estrategas y desenmascara sus métodos y técnicas secretas para manipular la opinión pública.

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