En el séptimo capítulo de la segunda temporada de "House of the Dragon", las semillas de dragón, o hijos ilegítimos del linaje Targaryen, juegan un papel crucial. Rhaenyra Targaryen, firmemente creyente en permitir que personas fuera de su linaje intenten domar a los dragones, ve su teoría validada cuando Addam di Hull logra domar a Bruma. Addam, con sangre Valirya en sus venas, se compromete a servir al Consejo Negro y a aprender a volar como un verdadero Targaryen. Corlys Velaryon acepta su decisión de dejar el ejército para convertirse en jinete, destacando la legitimidad de su linaje.
Mientras tanto, en Desembarco del Rey, Alicent Hightower oculta un secreto relacionado con un posible embarazo no deseado, probablemente fruto de su relación con Ser Criston Cole. En Harrenhal, Oscar Tully asume el control de las Tierras de los Ríos y obliga a Daemon Targaryen a corregir sus errores, aumentando así su propia autoridad y respeto. La tensión aumenta cuando Jacaerys, hijo de Rhaenyra, cuestiona la idea de que cualquiera pueda domar dragones, temiendo por la reputación y el legado de su familia. A pesar de las dudas y los conflictos internos, Rhaenyra continúa con su convocatoria de nuevos jinetes para Vermithor.
El episodio culmina con un violento enfrentamiento cuando Vermithor, enfurecido por un descuido, desata el caos. Sin embargo, Hugh Hammer, otra semilla de dragón con sangre Targaryen, logra calmar a la bestia, demostrando su valía y presentándose como un nuevo jinete. Aemond Targaryen también entra en acción, montando su dragón y enfrentándose a la amenaza de un extraño dragón avistado en el cielo. Ulf el Blanco, otra semilla de dragón, conquista Ala de Plata, fortaleciendo aún más la posición de Rhaenyra en la guerra. Con estos nuevos jinetes, la guerra toma un giro decisivo, preparando el terreno para un desenlace emocionante de la temporada.