La mejor forma de comunicar una idea abstracta y evitar explicarla para que se descubra su significado es destruir la idea concreta de tu enemigo. Esto se consigue, como vio George Lakoff, teniendo la iniciativa para marcar las cuestiones políticas de debate, y etiquetar a los adversarios con su lenguaje y sus valores.
De esta manera, los republicanos norteamericanos conseguían que los demócratas discutieran los temas que querían, con sus palabras, y que, por tanto, estuvieran siempre a la defensiva. Así el Partido Demócrata asumía los errores y problemas, y el Repúblicano representaba la mejora abstracta. Lakoff aconseja a los demócratas que cuando discutieran con sus adversarios “no pensaran en un elefante” -símbolo de su partido-; es decir, en el marco lingüístico y moral de los republicanos.
En España, este sistema lo sigue una parte del PSOE, Podemos y los nacionalistas para referirse a la institución monárquica y a Felipe VI. Esta coalición destruye la idea de la monarquía parlamentaria sin presentar una alternativa porque es la mejor manera de que cuele su idea abstracta de República. Ya pasó antes de 1931 y fue un desastre cuando llegó.
La actitud defensiva para hablar de Felipe VI y de la monarquía es justo la que necesitan la izquierda y los nacionalistas para su juego. Es preciso tener una postura más elevada, que comprenda todo el marco constitucional, no solo la Corona, y que no se limite a ser una negación del discurso antimonárquico. Es hora de decir la verdad: ir contra el Rey constitucional y dignificante es cargar contra el sistema político del 78, contra su totalidad. Es colocarse fuera de juego, y formar bloque con los que quieren su destrucción.
https://www.facebook.com/laresistencialiberal