Pedro Sánchez no puede tener un acto tranquilo.
Allá donde vaya el inquilino de La Moncloa debe ser consciente de que le van a chiflar más los oídos que a los jugadores que disputaron el Mundial 2010, el de Sudáfrica, con las famosas y hasta molestas vuvuzelas.
En esta ocasión, al presidente del Gobierno socialcomunista le cayó otro rapapolvo en una visita institucional a las instalaciones del Hospital Universitario Central de Asturias, en Oviedo.
Cuando iba a empezar su parlamento, un hombre comenzó a aferarle sus acuerdos con los independentistas:
Por siete votos tienes el culo roto.