En este episodio especial, me siento con una familia que admiro profundamente: Juan Pablo Ángel, una leyenda del fútbol colombiano, y su hijo Gerónimo, un artista joven que ha decidido abrirse camino con sensibilidad, autenticidad y coraje.
Conocí a Gerónimo en Medellín, y desde entonces se ha vuelto como un hermano. A través de él conocí a su familia, y algo me conmovió profundamente: su unidad, sus valores, y el amor que se respira entre ellos. Me vi reflejado en esa dinámica, en la relación entre padres e hijos, en la manera en que se acompañan. Por eso, sabía que este episodio tenía que suceder.
Aunque sus caminos parecen opuestos —uno desde el deporte, el otro desde el arte— comparten mucho más de lo que uno imagina. Hablamos del apoyo incondicional de un padre hacia su hijo, de lo que significa crecer bajo la sombra de un ídolo y aún así encontrar tu propia voz, del reto de construir una identidad propia cuando el apellido ya tiene peso. Hablamos también de valores, disciplina, sensibilidad, y de cómo una familia puede ser la base de todo.
Juan Pablo y Gerónimo nos muestran cómo una familia puede ser de alto rendimiento sin dejar de ser profundamente humana. Cómo el fútbol puede ser escuela de vida, y el arte un acto de valentía. Y cómo las diferencias entre padre e hijo, cuando hay respeto y amor, se convierten en puentes, no en distancias.
Una conversación íntima, honesta y poderosa, sobre herencias que no solo se transmiten con palabras, sino con el ejemplo.
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