En la superficie, el mundo parece estar gobernado por presidentes, primeros ministros, parlamentos, instituciones internacionales y tratados. Vemos elecciones, debates, manifestaciones y titulares. Pero detrás del telón de lo visible, muchos se preguntan: ¿quién mueve realmente los hilos del poder? ¿Hasta qué punto los gobiernos tienen autonomía en sus decisiones? ¿Y qué papel juegan los grandes bancos, las corporaciones y ciertos grupos elitistas discretos pero influyentes?