Cuando no se cumplen las expectativas sobre la vida deseada se cae en la desesperanza y es común tener una visión amarga y triste de la vida. De pronto nada tiene sentido y se le da mayor importancia a las experiencias negativas, acumulando un sentimiento destructivo.
Afrontar la desesperanza y volver a recuperar la ilusión no es simplemente una manera de sentirse mejor, implica una transformación, lo más importante es generar alternativas, abrir nuevas puertas, abrazarnos por aires nuevos.