La sexualidad que abarca tantos aspectos de nuestra vida desde los más cotidianos como nuestros vestir, trabajar, estudiar, lograr; hasta los más profundos como pueden ser, nuestras emociones, sensaciones y relaciones con otro ser humano, es algo que nos lleva hacia lo positivo y la vida, la creatividad, placer y el gozo de estar vivos; sin embargo, en el ejercicio de la parte erótica, puede en algunas situaciones, convertirse en algo que lleve nuestra vida, nuestras relaciones y vivencia de la misma, a ser algo que empobrece y demerita nuestro derecho a vivir el eros, el placer y esto es cuando debido a diversos elementos pueda primero convertirse en una compulsión y escalar hasta una adicción en donde lo que hacemos es convertirnos en seres dependientes de una actividad que anteriormente nos causo placer y ante la necesidad y ansiedad puede causarnos daño a veces de manera mayúscula.