La Santa Muerte, para muchos, no es un símbolo de maldad, sino una figura justa que escucha sin juzgar, que acompaña cuando todos los demás han abandonado. Pero también es cierto que su culto provoca miedo, incomprensión y rechazo, especialmente cuando se manifiesta de formas tan extremas como la que vivió Beto. Tal vez lo que más asusta no es la figura encapuchada en sí, sino lo que representa: la delgada línea entre la fe y la obsesión, entre el consuelo y la locura, entre lo divino y lo inquietante.
Conviértete en un seguidor de este podcast: https://www.spreaker.com/podcast/leyendas-de-monterrey--5816764/support.