Cuando vemos la vida de Saulo de Tarso, antes de ser Pablo, nos costaría pensar que un fanático como él pudiese dar tanto fruto en la obra. Sin embargo, su vida fue impactada por la verdad del evangelio. Saulo era de los líderes más importantes de la sinagoga; pero, antes de su llamado él no sabía que era un instrumento escogido por Dios para dar a conocer su nombre, y para padecer por Jesús (Hch. 9:15-16). Saulo tuvo que desconocer lo que había aprendido; porque solo así podría conocer verdaderamente a Dios.