Siempre me ha cautivado el poder de la música; su capacidad para sanar, inspirar e incluso invocar una presencia de otro mundo. Esa fascinación cobra vida a medida que exploramos el escalofriante misterio de los Frampton Pipers, su fallecido flautista principal Ethan y la espeluznante música que parece resucitar su imagen. Viajamos a través de sus inquietantes actuaciones, cada melodía es un eco de la temporada festiva, pero teñida por el dolor de la pérdida. Al reflexionar sobre el vínculo entre los 11 gaiteros y Ethan, profundizamos en la esencia de su arte y cómo se entrelaza con sus narrativas personales, un conmovedor tributo a su camarada caído y la extraña apariencia de la aparición de Ethan durante su actuación final.