Después de un verano lleno de infructuosos intentos de tocarnos las pelotas volvemos a la carga con una nueva temporada llena de tontunas de escasísima calidad, pero contadas con mucho entusiasmo. ¡Ole por nosotros!

Todos pensamos que somos tranquilos y cabales pero como un desconocido nos muestre el dedo anular desde el coche de al lado seríamos capaces de jugarnos la vida con tal de salir el primero en el semáforo. Esto es así. Los humanos tenemos la piel muy fina. Y en la nueva época digital se lleva el pielfinismo con orgullo. Porque ahora tenemos Twitter y Facebook en vez de horcas y antorchas, que si no los ajustes de cuentas de ofensas iban a dejar a los duelos del Siglo de Oro a la altura de riñas de guardería.

El menú de hoy se compone de unas noticias un poco rancias, porque esto lo grabamos hace ya un par de semanas (cosas de nuestras agendas locas), y de un pequeño debate sobre lo fácil que es ofenderse espolvoreado con vergonzosas anécdotas personales. Si hay que humillarse por la audiencia se humilla uno.

No sé con qué armas se luchará en la Tercera Guerra Mundial pero seguro que empezará por un comentario inapropiado en Twitter. Disfruten mientras puedan.

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