Nos encantan las divas, no lo podemos negar. Algunas cantan, otras actúan y otras, simplemente, son. Y es que nos seducen la mente de tal manera que, aunque dejasen de hacer aquello por lo que se han hecho famosas aún así seguirían siendo fascinantes. Son como agujeros negros de autoconcepto positivo. Se molan tanto a si mismas, y se creen tan el centro de la galaxia, que distorsionan el espacio-tiempo a su alrededor y no puedes dejar de admirarlas aunque se sigan vistiendo de licra con 80 años y 200 kilos. FUNDAMENTALMENTE si llevan licra con 80 años y 200 kilos.

Porque seamos sinceros, los mejores ídolos son los caídos, especialmente si no son conscientes de la hostia que se han dado. Es imposible empatizar con una diosa del Olimpo, pero si a esa diosa le ha dejado su pareja y su único consuelo es refugiarse en el agradable abrazo de los bocatas de panceta y los jarabes para la tos, entonces amiga, dame la mano porque ese camino podemos recorrerlo juntos. Ahora SÍ eres de las mías.

Pero recorrer el camino de las divas caídas en desgracia es un reto que los Cuñados no podemos afrontar solos. En esta ocasión hemos tenido que recurrir a la artillería pesada y nos hemos traído al inigualable José Viruete ( @joseviruete ) y a la genial Nayra ( @muertaentucson ) para que nos ayuden en tan magna obra.

Intentamos pillar a Viruete en algún punto flaco de su enciclopédico conocimiento pop lanzándole una bola curva sobre rock ruso (Spoiler Alert: No tiene, el cabrón), descubrimos porqué Nayra tiene una taza de café con insultos, y Laura y Kade lo gozan con la que puede ser la peor selección musical de Valdu en lo que va de podcast.

Vamos, que vais a escuchar un podcast que resume la esencia misma de la divas caídas, Los 3 Cuñados intentando contar cosas interesantes sobre gente como Mariah Carey o Marta Sánchez pero cayendo inexorablemente al costumbrismo más chusco lo que, por su puesto, nos hace más adorables si cabe. (Si cuela, cuela.)

Que ustedes lo disfruten.

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