Estamos de vuelta despuès de una pausa no muy productiva.

La editora no esta muy creativa, pero contamos como nos conocimos, las cagas del Víctor y por sobre todas las cosas nos reímos.

Seguimos como cantantes de ducha, no esperamos ningún Grammy ni Oscar después de nuestras actuaciones de hoy . También los chiquillos se dieron cuenta del trabajo como editora que tiene Bárbara y le dieron más trabajo para hacer en este capítulo, así que disfrutenlo.

Esto es un fiel argumento que la Bárbara no debería beber mientras grabamos, además de demostrar que podemos hablar de otros temas y reirnos de los traumas de la niñez.

Nos dimos el tiempo de ser más que cantantes de ducha, recordar grandes juegos de nuestras infancias y algunas anécdotas.

En este episodio nos las dimos de críticos musicales, recordamos algunos juguetes que quisimos cuando éramos chicos y rompieron nuestra ilusiones, para finalizar con un ataque de risa de la Bárbara.

El inicio de una idea muy loca. Cuando nos las damos de cantantes, nuestros inicios en los videojuegos y consolas, que hacíamos en el último fin del mundo, entre otras cosas.